Eric Péron

¿Qué me impulsa a superarme cada día?

Trabajo bajo el principio de que los seres humanos tienen un potencial infinito. Pero para explotarlo al máximo, no basta con trabajar en él, también hay que desafiarlo. Es esta convicción la que me motiva cada día: superar mis límites, ampliar mis conocimientos, explorar nuevos horizontes. Mi curiosidad es mi fuerza motriz, mi combustible.

¿Cuáles son tus recuerdos deportivos más preciados?

Por supuesto, a menudo están relacionados con victorias... pero no solo eso. No siempre se trata de victorias en términos de resultados, sino también de éxitos colectivos, desafíos superados como equipo. Recuerdo un mástil roto durante la Volvo Ocean Race. Todo el equipo se unió para lograr un verdadero logro técnico y poner el barco en forma para la siguiente etapa. Esa victoria tuvo un sabor muy especial: después de pensar que lo habíamos perdido todo, tras todas las dudas e incertidumbres, volvimos a zarpar y ganamos. Fue una lección increíble de solidaridad y superación personal. Y luego estuvieron las victorias más personales. Como mi primera victoria de etapa en la Solitaire du Figaro. Ese momento en que te das cuenta de que lo has dado todo, y detrás de ti están algunos de los nombres más grandes de la vela. Una victoria intensamente merecida. Fue tan fuerte que, al cruzar la línea de meta, sentí un pellizco de nostalgia... ¿Ya terminó?

¿El mensaje que me gustaría transmitir?

Sé curioso.

¿Los 4 relojes de la marca que conservaría?

Obviamente, primero y ante todo, mi Sea Strong especial Arkea Ultim Challenge - Brest. Me acompañó durante todo mi viaje alrededor del mundo, lo que lo hace particularmente valioso para mí. Es un modelo de 41 mm que llevo con especial cariño. Luego... ¡es difícil elegir, los amo a todos! Pero en general, prefiero modelos un poco más grandes, alrededor de 41 mm. Y también reservo un espacio para el reloj del futuro, que se lanzará en 2026... ¡No puedo esperar a descubrirlo!